El arte de la magia
Kaplan
978-84-89749-04-750,00€
Año de Edición: 2020
392 págs.
Encuadernación: cartoné
Formato: 25cmx18cm
Vuelve a estar disponible este clásico, libro de cabecera de Juan Tamariz y referente de toda una generación de magos de primer nivel.
Nueva edición completa, revisada y con bonus: el epílogo de un profesional curtido: Armando de Miguel.
(Si adquiriste en Páginas un ejemplar de la edición anterior para coleccionistas, escríbenos. Tenemos una sorpresa para ti)
Abre el libro por donde quieras. Por cualquier página, no importa el capítulo: Te encontrarás una auténtica maravilla. No tiene desperdicio. Magia fuerte y muy práctica.
Traducido por Rafael Benatar.
MENTALISMO, CARTOMAGIA, MAGIA INFANTIL Y TEORÍA.
Juan Tamariz ha dicho en el prólogo: "Este es el libro más práctico, útil, sutil e ingenioso; del que más juegos he aprendido y presentado. Perfecta claridad, construcción y charla de los efectos. No hay casi que tocarlos. Humor y mentalismo unidos a veces, con escasa técnica digital pero con inmensa técnica mental e intelectual. ¡¡¡Absolutamente maravilloso!!!"
Efectos fortísimos de Magia de cerca y Magia de escenario; efectos con cartas, con monedas, con cuerdas; mentalismo; efectos de comedia... Imprescindible.
Encuadernación: cartoné
Formato: 25cmx18cm
Vuelve a estar disponible este clásico, libro de cabecera de Juan Tamariz y referente de toda una generación de magos de primer nivel.
Nueva edición completa, revisada y con bonus: el epílogo de un profesional curtido: Armando de Miguel.
(Si adquiriste en Páginas un ejemplar de la edición anterior para coleccionistas, escríbenos. Tenemos una sorpresa para ti)
Abre el libro por donde quieras. Por cualquier página, no importa el capítulo: Te encontrarás una auténtica maravilla. No tiene desperdicio. Magia fuerte y muy práctica.
Traducido por Rafael Benatar.
MENTALISMO, CARTOMAGIA, MAGIA INFANTIL Y TEORÍA.
Juan Tamariz ha dicho en el prólogo: "Este es el libro más práctico, útil, sutil e ingenioso; del que más juegos he aprendido y presentado. Perfecta claridad, construcción y charla de los efectos. No hay casi que tocarlos. Humor y mentalismo unidos a veces, con escasa técnica digital pero con inmensa técnica mental e intelectual. ¡¡¡Absolutamente maravilloso!!!"
Efectos fortísimos de Magia de cerca y Magia de escenario; efectos con cartas, con monedas, con cuerdas; mentalismo; efectos de comedia... Imprescindible.
Prólogo del autor
Prólogo a la edición española, por Juan Tamariz
Prólogo del traductor
Índice general
Capítulo 1. Técnica para la carta corta
La carta corta
La esquina corta
El artilugio secreto
Ventajas de la esquina corta
El punto de lápiz
Localización de la esquina corta y control retardado
Cómo evitar contrastes
Control de la carta de esquina corta a la posición superior
El corte con abanico de Kaplan
Control de la carta de esquina corta a la posición inferior
Control de una carta elegida mediante la esquina corta
El control de Kaplan de una carta vista mediante la esquina corta
Cómo mantener el control de varias cartas vistas mediante la esquina corta
Control de tres cartas elegidas mediante la esquina corta
Control de un paquete ordenado sobre una carta elegida
mediante la esquina corta
Localización instantánea de un paquete mediante la esquina corta
Uso de la esquina corta para mantener
toda la baraja ordenada
Capítulo 2. Técnicas sutiles
Control de lujo
Forzaje por hojeo, un nuevo manejo
El corte falso del tahúr
Control por hojeo
El escalón
El vistazo
Marcaje de cartas impromptu
Capítulo 3. Juegos con la carta de esquina corta
Elección desde fuera de la sala
Localización por rayos X
Localización de doble dorso con esquina corta
Telepatía con dos personas
Localización imposible
Localización de la vigesimosexta carta
Al natural
Revoltijo en abanico
Capítulo 4. Juegos de cartas de cerca
Rutina del sueño imposible
Nuevas cartas afines
El círculo de cartas de Revello
Localización "alto" en abanico
El reloj de Kaplan
Lección de misdirection
El misterio cartomágico de Rex
Haga usted como yo múltiple
Siguiendo la flecha
La carta en el zapato
Reunión real
La carta del Capitán Kidd (primera versión)
La carta del Capitán Kidd (segunda versión)
Transferencia de pensamiento magnética
Capítulo 5. Juegos de cartas de escenario
El detector de mentiras
El triple vuelo gigante
Las cartas apuñaladas
Las cartas ascendentes de Kaplan
La carta en el globo
Una apuesta ganadora
La carta rota y recompuesta de Kaplan
La carta camaleón
Capítulo 6. Mentalismo con cartas
El misterio de Calcuta (primera versión)
El misterio de Calcuta (segunda versión)
Piensa
Haga usted como yo
La princesa
El secreto del Yogui
La nueva baraja Brain-wave
El control mental de Mahatma
Concordancia psíquica
Las veintiuna cartas - Doble predicción
Clarividencia cristalina
Marque el número
Información, por favor
El test cartomágico del médium
El deletreo del Yogui
El deletreo de las dieciocho cartas
Triple deletreo
Las tres papeletas - Test Nº 1
Las tres papeletas - Test Nº 2
Capítulo 7. Más juegos de mentalismo
El test del trance de vivos y muertos
Un problema capital
El test telefónico Haga usted como yo
Lectura de sobre sellado mejorada
Figuras mentales
El test de las revistas y las pizarras espiritistas
Cambio de bolitas de papel de cigarrillo
Las tres papeletas - Test Nº 3
Forzaje de tres números
El forzaje par-impar
Capítulo 8. Juegos de monedas
El cambio de moneda de Kaplan
La rutina de caja Okito de Kaplan
Haga usted como yo
La pila de monedas
Reunión de monedas
La extracción de moneda perfeccionada
Capítulo 9. Juegos selectos
El pañuelo espiritista
Transposición de bolas
El tubo y el billete de Brema
Desaparición de un cigarrillo en un pañuelo
El trampañuelo
Cómo hacer el nudo en los juegos de cuerdas
El alfiler doblado
El juego del "Treinta y uno" con un dado
El problema de las quince cerillas
Capítulo 10. Juegos de escenario diversos
La cuerda de Ben-Alí
El juego del limón
La carta, la bola de cristal y las braguitas
El hilo gitano
La comedia de los errores
La rutina de Kaplan de las cajitas
Capítulo 11. Conclusiones
Capítulo 12. Miscelánea
3-2-1: Un misterio que los dejará anona-dados
El misterio de Bombay
Una de cinco
La cuerda rota y recompuesta: Cómo anudarla después de haberla cortado
Transmisión improvisada de un anuncio por palabras
Normas y máximas para el artista
Zig-Zag: Una asombrosa transposición de dos cartas pensadas
La manzana mágica
Mohammed Bey
Nate Leipzig: Recuerdos a vuelapluma
de un mago excepcional
Epílogo, por Armando de Miguel
Índice alfabético
Prólogo a la edición española, por Juan Tamariz
Prólogo del traductor
Índice general
Capítulo 1. Técnica para la carta corta
La carta corta
La esquina corta
El artilugio secreto
Ventajas de la esquina corta
El punto de lápiz
Localización de la esquina corta y control retardado
Cómo evitar contrastes
Control de la carta de esquina corta a la posición superior
El corte con abanico de Kaplan
Control de la carta de esquina corta a la posición inferior
Control de una carta elegida mediante la esquina corta
El control de Kaplan de una carta vista mediante la esquina corta
Cómo mantener el control de varias cartas vistas mediante la esquina corta
Control de tres cartas elegidas mediante la esquina corta
Control de un paquete ordenado sobre una carta elegida
mediante la esquina corta
Localización instantánea de un paquete mediante la esquina corta
Uso de la esquina corta para mantener
toda la baraja ordenada
Capítulo 2. Técnicas sutiles
Control de lujo
Forzaje por hojeo, un nuevo manejo
El corte falso del tahúr
Control por hojeo
El escalón
El vistazo
Marcaje de cartas impromptu
Capítulo 3. Juegos con la carta de esquina corta
Elección desde fuera de la sala
Localización por rayos X
Localización de doble dorso con esquina corta
Telepatía con dos personas
Localización imposible
Localización de la vigesimosexta carta
Al natural
Revoltijo en abanico
Capítulo 4. Juegos de cartas de cerca
Rutina del sueño imposible
Nuevas cartas afines
El círculo de cartas de Revello
Localización "alto" en abanico
El reloj de Kaplan
Lección de misdirection
El misterio cartomágico de Rex
Haga usted como yo múltiple
Siguiendo la flecha
La carta en el zapato
Reunión real
La carta del Capitán Kidd (primera versión)
La carta del Capitán Kidd (segunda versión)
Transferencia de pensamiento magnética
Capítulo 5. Juegos de cartas de escenario
El detector de mentiras
El triple vuelo gigante
Las cartas apuñaladas
Las cartas ascendentes de Kaplan
La carta en el globo
Una apuesta ganadora
La carta rota y recompuesta de Kaplan
La carta camaleón
Capítulo 6. Mentalismo con cartas
El misterio de Calcuta (primera versión)
El misterio de Calcuta (segunda versión)
Piensa
Haga usted como yo
La princesa
El secreto del Yogui
La nueva baraja Brain-wave
El control mental de Mahatma
Concordancia psíquica
Las veintiuna cartas - Doble predicción
Clarividencia cristalina
Marque el número
Información, por favor
El test cartomágico del médium
El deletreo del Yogui
El deletreo de las dieciocho cartas
Triple deletreo
Las tres papeletas - Test Nº 1
Las tres papeletas - Test Nº 2
Capítulo 7. Más juegos de mentalismo
El test del trance de vivos y muertos
Un problema capital
El test telefónico Haga usted como yo
Lectura de sobre sellado mejorada
Figuras mentales
El test de las revistas y las pizarras espiritistas
Cambio de bolitas de papel de cigarrillo
Las tres papeletas - Test Nº 3
Forzaje de tres números
El forzaje par-impar
Capítulo 8. Juegos de monedas
El cambio de moneda de Kaplan
La rutina de caja Okito de Kaplan
Haga usted como yo
La pila de monedas
Reunión de monedas
La extracción de moneda perfeccionada
Capítulo 9. Juegos selectos
El pañuelo espiritista
Transposición de bolas
El tubo y el billete de Brema
Desaparición de un cigarrillo en un pañuelo
El trampañuelo
Cómo hacer el nudo en los juegos de cuerdas
El alfiler doblado
El juego del "Treinta y uno" con un dado
El problema de las quince cerillas
Capítulo 10. Juegos de escenario diversos
La cuerda de Ben-Alí
El juego del limón
La carta, la bola de cristal y las braguitas
El hilo gitano
La comedia de los errores
La rutina de Kaplan de las cajitas
Capítulo 11. Conclusiones
Capítulo 12. Miscelánea
3-2-1: Un misterio que los dejará anona-dados
El misterio de Bombay
Una de cinco
La cuerda rota y recompuesta: Cómo anudarla después de haberla cortado
Transmisión improvisada de un anuncio por palabras
Normas y máximas para el artista
Zig-Zag: Una asombrosa transposición de dos cartas pensadas
La manzana mágica
Mohammed Bey
Nate Leipzig: Recuerdos a vuelapluma
de un mago excepcional
Epílogo, por Armando de Miguel
Índice alfabético
Hay libros con buenos juegos, otros con no tan buenos. Muchos combinan unos y otros y, a veces, incluyen algunos juegos excelentes. De todos, absolutamente de todos los libros que conozco sobre nuestra querida Magia, apenas cinco o seis contienen todos sus juegos buenos, muy buenos o excelentes, (Estrellas de la Magia, La cartomagia de Hofzinser, La magia de Slydini, y pocos más).
Pero sólo uno contiene, para mí al menos, juegos que además de ir de buenos y muy buenos a excelentes, son todos acabados y prácticos al máximo: la charla, los detalles de realización, de fabricación (si es necesario fabricar algo) y de presentación, todo ello cuidado al máximo y redondeado. Tanto es así que en la primera página del libro que yo poseo, aparte de una dedicatoria cariñosa de George Kaplan, su autor, tengo escrito lo siguiente:
«Este es el libro más práctico, útil, sutil e ingenioso. Del que más juegos he aprendido y puesto en práctica. Perfecta claridad, construcción y charla de los juegos. No hay casi que tocarlos. Humor y mentalismo unidos a veces, con escasa técnica digital pero con inmensa técnica mental e intelectual. ¡¡¡Absolutamente maravilloso!!!»
Y así sigo creyéndolo, cuarenta años después de mi primer encuentro con este libro que mi maestro Juan Antón me prestó al entrar yo en contacto con otros magos, allá por el año sesenta. Yo llevaba ya cinco años de práctica mágica con los maravillosos libros del Padre Ciuró y Bernat, cuando, de repente, Juanito Antón me prestó el Expert Card Technique (Técnica cartomágica avanzada), de Hugard y este maravilloso Kaplan (sus dos joyas).
Decir que los leí, estudié y devoré apasionadamente es un pálido reflejo de lo que sucedió. Porque de alguna manera me convertí en Kaplan y Hugard, sus autores, sus escritores (aunque gran parte del material descrito corresponde a Vernon en el de Hugard y a Horowitz en el de Kaplan).
Me convertí en ellos porque me puse a presentar juegos y utilizar técnicas allí descritas. Y, en el caso de este libro, realizaba sesiones con varios de sus juegos, sin tocarles nada (¡tan redondos y completos están!).
Y aún hoy, casi cuarenta años después, sigo presentando muchos de sus juegos (rara es la función mía, de escena o de cerca, que no contenga alguna de las maravillas de este libro: Aunque recomendaría al lector que no deje líneas sin leer (hay muchas ideas de teoría y presentación en ellas y puestos a elegir los mejores juegos (a mi juicio, mejor dicho, a mi gusto), destacaría la «Localización de doble dorso con esquina corta», la primera rutina del capítulo cuatro «Rutina del sueño imposible», la «Localización ‘alto’ en abanico», el súper fuerte truco «El reloj de Kaplan», la sutilísima «Siguiendo la flecha» (la versión original que me inspiró «Asamblea real», «El detector de mentiras», que millón de veces he presentado (humor y magia en altísimo grado), «Triple vuelo gigante» (fabuloso y origen del estupendo «Molitrón» de Armando de Miguel).
La súper ingeniosa «Cartas ascendentes de Kaplan», «El misterio de Calcuta» (engañé con él hasta a los magos más conocedores), el precioso juego de comienzo de sesión «La nueva baraja Brain-wave», la maravilla de ingenio súper engañosa incluso para quien conozca el truco «Control mental de Mahatma», la simple (de método) versión del «Test de las revistas y las pizarras espiritistas» (origen de mi tantas veces presentada versión) el fabuloso método «Test de las tres papeletas» –el Nº 3 para mí, sin duda el mejor, más impresionante sistema de presentar el juego, engañoso incluso a quien conozca el principio de «una por delante»–, la visual «Transposición de bolas», la muy directa rutina «La cuerda de Ben Alí», la súper sutil versión del hilo roto «El hilo gitano», la excelente y cómica «La comedia de los errores» y la ingeniosa versión sin ayudante de «La rutina de Kaplan de las cajitas».
Estos son sólo algunos de los juegos que estudié, practiqué y presenté (o presento).
Me es difícil expresar cuánto es mi agradecimiento, cuánta mi admiración por esta auténtica joya de nuestro Fino y Sutil Arte de la Magia.
Juan Tamariz.
***
Lo más difícil de traducir ha sido el título: «The Fine Art of Magic».
Veamos porqué. «Fine» en inglés puede significar bueno, fino, excelente, exquisito y más cosas. Pero Fine Arts es sinónimo de Bellas Artes. Y Bellas Artes en singular se presta a ambigüedades, aunque el Diccionario de la Real Academia lo admite, con la advertencia de que el plural es más común. «El Bello Arte de la Magia» sería otra cosa. También cierta, pero otra cosa. El Diccionario ofrece la siguiente acepción para «bella», dentro de la definición de arte: «Cualquiera de las que tienen por objeto expresar la belleza. Se da más ordinariamente esta denominación a la pintura, la escultura, la arquitectura y la música.»
Lo que quizás se intente comunicar con el título es que en el libro se estudia y se trata la magia como un arte. Pero a veces se denomina arte, y no sin motivo, a acciones, habilidades o disciplinas que no están consideradas Bellas Artes. En inglés, la expresión Fine Arts, sin tener implícita la belleza, viene a significar lo mismo, es decir lo que podríamos considerar artes mayores, donde la magia, recibiendo el tratamiento que se le da en este texto de Kaplan, ha de tener su lugar.
He allí lo que pretende la palabra fine: diferenciarlo del arte de hacer cualquier cosa bien, o lo que el Diccionario define en la primera acepción de «Arte»: «Virtud, disposición e industria para hacer alguna cosa.» Así podría hablarse del arte de la decoración, el arte de enmarcar cuadros o el arte de la repostería, con todo el respeto a los exponentes de tales disciplinas.
El Arte de la Magia es lo primero que me vino a la mente. Y creo que le di más vueltas de las necesarias debido a que también existe The Art of Magic, el gran libro de Nelson T. Downs, tantas veces citado por Kaplan. Pero eso es otro problema.
No sé si Kaplan habrá pensado todo esto, pero lo cierto es que lo proyecta a través de sus textos. Habiendo aclarado este punto, cabe señalar que el libro no es un tratado filosófico sobre la magia como una de las Bellas Artes sino un compendio de juegos de magia, algunos clásicos, estudiados y tratados en gran profundidad, de una manera artística. En todo caso, independientemente del título, por tratarse de un gran clásico, todos acabaremos llamándolo «el Kaplan».
No podemos ignorar la polémica existente en torno al origen de las ideas del libro. Sabemos que Kaplan fue alumno de Sam Horowitz, también conocido por su nombre artístico Mohammed Bey, uno de los grandes de la escuela neoyorquina. Se ha dicho y escrito que el material proviene directamente de Horowitz.
Sólo puedo decir, por la manera tan cuidadosa en la que está escrito el libro, que los detalles parecen muy bien asimilados y puestos en práctica por quien los escribió. Y también que hace unos años tuve ocasión de compartir algunas horas con Kaplan en «The Magic Table», un restaurante del hotel Edison en Nueva York donde se reúnen magos casi todos los mediodías y que él solía frecuentar, y que me pareció muy buena persona.
Al intentar comunicarnos con Kaplan para obtener los derechos para esta traducción, supimos que estaba en un delicado estado de salud y que tenía cerca de noventa años y, finalmente, llegamos a un acuerdo con su hijo Arthur Kaplan, que vive actualmente en Filadelfia.
Una de las importantes lecciones que nos imparte este libro es la manera de estudiar con la misma profundidad rutinas con y sin accesorios. «La pila de monedas» y «El tubo y el billete» de Brema, son conocidos accesorios a los que no se suele dedicar la suficiente reflexión. Las versiones de Kaplan de estos juegos están exquisitamente acabadas y pulidas. Y entre muchas otras maravillas de mentalismo y de cartomagia encontramos el famoso juego del «hilo roto y recompuesto», el cual una vez mi buen amigo el gran mago italiano Aurelio Paviato hizo ante unos turistas norteamericanos y una señora comentó que un tío suyo hacía el mismo juego. Aurelio le preguntó cómo se llamaba su tío, a lo que respondió: «George Kaplan».
Quiero dar las gracias, de parte de todos los magos, a Juan Tamariz por hablarnos una y otra vez de este maravilloso libro y por insistir en que lo estudiemos, sin lo cual indudablemente hubiéramos tardado mucho más en descubrir este tesoro. Pues aquí lo tenemos.
Un último detalle: el material es tan bueno que recomiendo asimilarlo todo a fondo antes de intentar el juego del alfiler doblado. Si quieres léelo, por curiosidad, pero por favor no lo intentes. Piensa en todos los otros juegos que puedes hacer con tus valiosas manos.
Rafael Benatar
Pero sólo uno contiene, para mí al menos, juegos que además de ir de buenos y muy buenos a excelentes, son todos acabados y prácticos al máximo: la charla, los detalles de realización, de fabricación (si es necesario fabricar algo) y de presentación, todo ello cuidado al máximo y redondeado. Tanto es así que en la primera página del libro que yo poseo, aparte de una dedicatoria cariñosa de George Kaplan, su autor, tengo escrito lo siguiente:
«Este es el libro más práctico, útil, sutil e ingenioso. Del que más juegos he aprendido y puesto en práctica. Perfecta claridad, construcción y charla de los juegos. No hay casi que tocarlos. Humor y mentalismo unidos a veces, con escasa técnica digital pero con inmensa técnica mental e intelectual. ¡¡¡Absolutamente maravilloso!!!»
Y así sigo creyéndolo, cuarenta años después de mi primer encuentro con este libro que mi maestro Juan Antón me prestó al entrar yo en contacto con otros magos, allá por el año sesenta. Yo llevaba ya cinco años de práctica mágica con los maravillosos libros del Padre Ciuró y Bernat, cuando, de repente, Juanito Antón me prestó el Expert Card Technique (Técnica cartomágica avanzada), de Hugard y este maravilloso Kaplan (sus dos joyas).
Decir que los leí, estudié y devoré apasionadamente es un pálido reflejo de lo que sucedió. Porque de alguna manera me convertí en Kaplan y Hugard, sus autores, sus escritores (aunque gran parte del material descrito corresponde a Vernon en el de Hugard y a Horowitz en el de Kaplan).
Me convertí en ellos porque me puse a presentar juegos y utilizar técnicas allí descritas. Y, en el caso de este libro, realizaba sesiones con varios de sus juegos, sin tocarles nada (¡tan redondos y completos están!).
Y aún hoy, casi cuarenta años después, sigo presentando muchos de sus juegos (rara es la función mía, de escena o de cerca, que no contenga alguna de las maravillas de este libro: Aunque recomendaría al lector que no deje líneas sin leer (hay muchas ideas de teoría y presentación en ellas y puestos a elegir los mejores juegos (a mi juicio, mejor dicho, a mi gusto), destacaría la «Localización de doble dorso con esquina corta», la primera rutina del capítulo cuatro «Rutina del sueño imposible», la «Localización ‘alto’ en abanico», el súper fuerte truco «El reloj de Kaplan», la sutilísima «Siguiendo la flecha» (la versión original que me inspiró «Asamblea real», «El detector de mentiras», que millón de veces he presentado (humor y magia en altísimo grado), «Triple vuelo gigante» (fabuloso y origen del estupendo «Molitrón» de Armando de Miguel).
La súper ingeniosa «Cartas ascendentes de Kaplan», «El misterio de Calcuta» (engañé con él hasta a los magos más conocedores), el precioso juego de comienzo de sesión «La nueva baraja Brain-wave», la maravilla de ingenio súper engañosa incluso para quien conozca el truco «Control mental de Mahatma», la simple (de método) versión del «Test de las revistas y las pizarras espiritistas» (origen de mi tantas veces presentada versión) el fabuloso método «Test de las tres papeletas» –el Nº 3 para mí, sin duda el mejor, más impresionante sistema de presentar el juego, engañoso incluso a quien conozca el principio de «una por delante»–, la visual «Transposición de bolas», la muy directa rutina «La cuerda de Ben Alí», la súper sutil versión del hilo roto «El hilo gitano», la excelente y cómica «La comedia de los errores» y la ingeniosa versión sin ayudante de «La rutina de Kaplan de las cajitas».
Estos son sólo algunos de los juegos que estudié, practiqué y presenté (o presento).
Me es difícil expresar cuánto es mi agradecimiento, cuánta mi admiración por esta auténtica joya de nuestro Fino y Sutil Arte de la Magia.
Juan Tamariz.
***
Lo más difícil de traducir ha sido el título: «The Fine Art of Magic».
Veamos porqué. «Fine» en inglés puede significar bueno, fino, excelente, exquisito y más cosas. Pero Fine Arts es sinónimo de Bellas Artes. Y Bellas Artes en singular se presta a ambigüedades, aunque el Diccionario de la Real Academia lo admite, con la advertencia de que el plural es más común. «El Bello Arte de la Magia» sería otra cosa. También cierta, pero otra cosa. El Diccionario ofrece la siguiente acepción para «bella», dentro de la definición de arte: «Cualquiera de las que tienen por objeto expresar la belleza. Se da más ordinariamente esta denominación a la pintura, la escultura, la arquitectura y la música.»
Lo que quizás se intente comunicar con el título es que en el libro se estudia y se trata la magia como un arte. Pero a veces se denomina arte, y no sin motivo, a acciones, habilidades o disciplinas que no están consideradas Bellas Artes. En inglés, la expresión Fine Arts, sin tener implícita la belleza, viene a significar lo mismo, es decir lo que podríamos considerar artes mayores, donde la magia, recibiendo el tratamiento que se le da en este texto de Kaplan, ha de tener su lugar.
He allí lo que pretende la palabra fine: diferenciarlo del arte de hacer cualquier cosa bien, o lo que el Diccionario define en la primera acepción de «Arte»: «Virtud, disposición e industria para hacer alguna cosa.» Así podría hablarse del arte de la decoración, el arte de enmarcar cuadros o el arte de la repostería, con todo el respeto a los exponentes de tales disciplinas.
El Arte de la Magia es lo primero que me vino a la mente. Y creo que le di más vueltas de las necesarias debido a que también existe The Art of Magic, el gran libro de Nelson T. Downs, tantas veces citado por Kaplan. Pero eso es otro problema.
No sé si Kaplan habrá pensado todo esto, pero lo cierto es que lo proyecta a través de sus textos. Habiendo aclarado este punto, cabe señalar que el libro no es un tratado filosófico sobre la magia como una de las Bellas Artes sino un compendio de juegos de magia, algunos clásicos, estudiados y tratados en gran profundidad, de una manera artística. En todo caso, independientemente del título, por tratarse de un gran clásico, todos acabaremos llamándolo «el Kaplan».
No podemos ignorar la polémica existente en torno al origen de las ideas del libro. Sabemos que Kaplan fue alumno de Sam Horowitz, también conocido por su nombre artístico Mohammed Bey, uno de los grandes de la escuela neoyorquina. Se ha dicho y escrito que el material proviene directamente de Horowitz.
Sólo puedo decir, por la manera tan cuidadosa en la que está escrito el libro, que los detalles parecen muy bien asimilados y puestos en práctica por quien los escribió. Y también que hace unos años tuve ocasión de compartir algunas horas con Kaplan en «The Magic Table», un restaurante del hotel Edison en Nueva York donde se reúnen magos casi todos los mediodías y que él solía frecuentar, y que me pareció muy buena persona.
Al intentar comunicarnos con Kaplan para obtener los derechos para esta traducción, supimos que estaba en un delicado estado de salud y que tenía cerca de noventa años y, finalmente, llegamos a un acuerdo con su hijo Arthur Kaplan, que vive actualmente en Filadelfia.
Una de las importantes lecciones que nos imparte este libro es la manera de estudiar con la misma profundidad rutinas con y sin accesorios. «La pila de monedas» y «El tubo y el billete» de Brema, son conocidos accesorios a los que no se suele dedicar la suficiente reflexión. Las versiones de Kaplan de estos juegos están exquisitamente acabadas y pulidas. Y entre muchas otras maravillas de mentalismo y de cartomagia encontramos el famoso juego del «hilo roto y recompuesto», el cual una vez mi buen amigo el gran mago italiano Aurelio Paviato hizo ante unos turistas norteamericanos y una señora comentó que un tío suyo hacía el mismo juego. Aurelio le preguntó cómo se llamaba su tío, a lo que respondió: «George Kaplan».
Quiero dar las gracias, de parte de todos los magos, a Juan Tamariz por hablarnos una y otra vez de este maravilloso libro y por insistir en que lo estudiemos, sin lo cual indudablemente hubiéramos tardado mucho más en descubrir este tesoro. Pues aquí lo tenemos.
Un último detalle: el material es tan bueno que recomiendo asimilarlo todo a fondo antes de intentar el juego del alfiler doblado. Si quieres léelo, por curiosidad, pero por favor no lo intentes. Piensa en todos los otros juegos que puedes hacer con tus valiosas manos.
Rafael Benatar
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