El Giobbi de Diciembre
Hace tiempo oímos que alguien denominaba a los juegos con pocas cartas (Agua y aceite, Asambleas de Ases, las Cartas camaleón....) poquicartomagia. El nombre nos encantó.
Sobre este tipo de juego reflexiona Roberto Giobbi en Agenda Oculta, en su entrada del 27 de diciembre. En particular, analiza cómo introducir estos pequeños paquetitos.
Nos movemos en la delgada línea que separa la eficiencia del ritmo de la claridad. Queremos pasar al juego de paquete sin tener que buscar las cartas en la baraja que ya hemos usado, demostrando que es perfectamente normal. Pero para no sacrificar el ritmo, es mejor tener las cartas listas. A su vez, esto puede despertar la sospecha de que las cartas preparadas tienen algo particular, algún trucaje.
¿Te imaginas un concierto en el que los artistas empiezan colocando las cuerdas, afinando, poniendo los parches de la batería y ajustándolos...? No tendría demasiado sentido. ¿O entre canción y canción, que se pusieran a afinar las seis (siete u ocho) cuerdas necesarias para la nueva armonía? No, no es así como funciona. Todo esto se prepara antes, y se tienen dos o más guitarras listas para cuando corresponda.
Pero claro; que un músico cambie la guitarra no supone gran cosa. Es obvio que la necesita para la canción siguiente. En cambio, sacar unas cartas nuevas, distintas, ajenas, para el próximo efecto, sí tiene un impacto en la magia, porque nuestra base es el secreto.
En ese sentido, la honestidad puede ser de gran ayuda. Explicar que tienes las cartas separadas para ir más rápido y no hacerles perder el tiempo. También mostrar, explícita o implícitamente, según el juego y tu personalidad, que los elementos son normales.
Y vosotros ¿cómo introducís estos juegos de paquetito cuando estáis en una sesión?