Miguel Ángel Gea: Esencias

978-84-89749-73-3
70,00€
312 págs. a dos colores
Encuadernación: cartoné
Formato: 31cmx22cm

Los capítulos principales describen las tres grandes rutinas que conforman la trilogía de las Esencias.
Aprenderás en ellas no sólo tres grandes secuencias numismágicas, sino decenas de efectos llenos de técnicas originales y asombrosas, estrategias constructivas, ideas locas de presentación, ficciones, sutilezas, homenajes y críticas. Son, en fin, el resultado de combinar una obsesión –la numismagia– con una portentosa capacidad creativa.
Porque en este libro, expectante lector, Gea te hace juegos de manos. No sólo te explica efectos para que se los hagas al público, sino que en muchas de las páginas que vas a leer te quedarás asombrado como un ingenuo espectador al ver cómo, por ejemplo, durante un juego aparecen monedas fantasma, de la nada, sin comerlo ni beberlo.
No te extrañe si, en el momento más inesperado, tus mangas desaparecen y aún así sirven para alojar monedas. Apuesto a que te quedarás boquiabierto al aprender cómo se puede sacar dinero del dibujo de un vaso o hacer desaparecer una moneda ¡enmangando otra diferente!, o cómo las monedas resbalan por el tapete como si fuera una pista de hielo, o se tele-transportan literalmente, como en una peli de ciencia ficción.

"La cantidad y la calidad son como el agua y el aceite. No se pueden mezclar. Pero de toda regla surge una excepción: Miguel Ángel Gea. Prolífico y carismático como la legendaria fuente de los deseos, es decir, lleno de monedas.
…Por otro lado el material que nos ofrece es brillante, innovador, y sobre todo útil. Exquisito en sutilezas como las coberturas de sonido, la belleza técnica en vida externa e interna de la «caverna tapada», que dan ganas de explicarla al público mientras se ejecuta, la dramática limpieza del matrix, la «aparición inmóvil», el «volteo estático», y el festín de técnicas originales, secuencias y estructuras, que quedarán para siempre como recursos de nuestro arte. Capítulos como el de "mangas", especialmente instructivo y revelador, nos hacen conscientes de lo monumental de esta obra".
Kiko Pastur

"Pureza o impureza; ambas son necesarias y se unen en el proceso alquímico. Así es como trabaja Gea.
Los diversos efectos clásicos y el increíble conocimiento de las técnicas son los materiales primarios. Las diversas refundiciones (nigredo, albedo, rubedo) son puestas en el crisol de nuevas ficciones al servicio de la experiencia mágica. Por último (pero desde el comienzo), su piedra filosofal: la creatividad, que no pone límites a la hora de concebir un efecto. Al final, a las monedas no les queda más remedio que revelar su esencia".
Nacho García Hernando

"¿Qué esperabas de alguien que ha reinventado la magia con monedas? Nos encontramos frente a un diario, frente a una libreta llena de notas breves, apuntes, destellos de imaginación creativa. ¡Ahí es nada! La caótica creatividad de Gea pasada por el cedazo minucioso de Javier Piñeiro. Nadie como él para hacer comprensible, y diría más, fácilmente comprensible, ese caos bullente en que consiste la desbordante creatividad de Gea. Disfruta, disfruta mucho.
Creo que es el mejor consejo que te puedo dar".
Gabi

"El libro entero tiene algo de autobiografía y algo de novela.
La historia de un señor que quiere hacer una rutina creada únicamente a partir de pases inventados por él. Toma ya.
Con este libro Gea investiga y deja para que otros investiguen.
Ha entrado en una casa, ha abierto puertas, ha encendido luces, se ha metido en habitaciones de las que se ha ido sin encontrar el interruptor, en otras ha encendido sólo una vela… y al final ha salido de allí dejando habitaciones sin explorar y puertas que llevan a estancias que ni siquiera él sabe que existen… Pero nos deja las llaves de esa casa para que entremos nosotros, veamos y encendamos todo lo que podamos. Por favor, el último que encienda una luz.
Aquí se disecciona a Gea con honestidad y sentido del humor, los dos bisturíes más afilados que hay para abrir en canal a un señor de este tamaño.
Y en un acto de generosidad el libro invita a que uno se pruebe el cerebro de Gea".
Luis Piedrahita.
Introducción:
Quién es la esencia

Primer acto
Capítulo 1:
La Esencia I
Capítulo 2:
Vasos

Segundo acto
Capítulo 3:
La Esencia II
Capítulo 4:
Mangas

Tercer Acto
Capítulo 5:
La Esencia III
Capítulo 6:
Magia en las manos del espectador

Acto final
Capítulo 7:
Monedas tele-transportadas al vaso
Capítulo 8:
La Esencia carto-numismágica
Capítulo 9:
Los secretos de las Esencias
Estaba equivocado.
Pero de esa utópica y, por qué no, preciosa equivocación, surgió mucha -y creo que buena- magia.
Hace quince años estaba convencido de que toda mi magia tenía que ser original. Para conseguirlo, me esforcé en inventar multitud de técnicas y efectos, sobre todo con monedas.
El error se hizo evidente en el momento en que cambiaron mis intereses. Ahora todavía creo en la originalidad, en la búsqueda de una magia personal. Pero sé que para alcanzar la calidad absoluta debemos apoyarnos en el pasado, añadir nuestro ingenio y sensibilidad presentes y así concebir una magia nueva.
En los primeros años de mi relación con este arte, casi no actuaba en público. Me bastaba con crear. Cientos de noches, en casa de mis padres (en la cocina, para no despertarles) me dedicaba a inventar técnicas con una paciencia que hoy ya no tengo. Acumulaba ideas sin pensar más allá del día a día. Es muy difícil explicar, para quien no lo ha vivido, el placer que provoca encontrar una solución novedosa y diferente a un problema. Con el tiempo, uno cae en la cuenta de que no es suficiente. Al resto de representantes del arte mágico (intérpretes, “montadores”, directores...) les importa la calidad real ante el público. Y a mí también, por supuesto.
Por aquel entonces, comencé a almacenar mis ideas en carpetas temáticas que fueron engordando con los años. En esa época, la más nutrida era la carpeta azul de las esencias. En ella crecía la trilogía de rutinas que vas a leer –a la que tanto tiempo y esfuerzo creativo he dedicado–, junto a la esencia Carto-numismágica” y la magia con vasos y mangas. Estos forman, en definitiva, el grueso del contenido del libro al que he añadido un capítulo sobre “magia en las manos del espectador”. Había más apartados en la carpeta, pero todavía no les ha llegado el momento de ver la luz.
He decidido publicar ahora este material porque creo que más tarde sería un error. Estos juegos tienen entre diez y quince años. Desde entonces, mi estilo y mi concepción mágica han variado, aunque sigo pensando que encierran ideas valiosas. Como buen padre de estas ideas, pienso que sería una pena que se perdieran. Quizá otros magos puedan rescatarlas y engrandecerlas.
Insisto en que en estos tiempos mi objetivo era casi exclusivamente la creatividad. Lo digo porque no quiero engañar a quien haya comprado el libro (o lo haya copiado, o robado a un colega). A mí me ha pasado algo así. He leído mucha numismagia norteamericana. Estoy convencido de que en muchos casos el autor no ha probado su material ante público; de lo contrario, no me explico cómo la calidad puede ser tan dudosa. A lo mejor influye la idiosincrasia del público americano o la interpretación del mago en cuestión. Pero al final me da la sensación de que el que lo ha sufrido he sido yo, que me iba a una actuación con uno de estos juegos, con la ilusión de un niño con zapatos nuevos, y los espectadores no reaccionaban, o sospechaban en mayor o menor medida el procedimiento.
Por eso no quiero mentir. Este libro son muchos libros: en uno se describe el material que he llevado a público profesionalmente; en otro, ciertos juegos trabajados y cerrados que he hecho a mis amigos magos; y un tercero está formado por detalles e ideas. Este último supuso para mí un problema ético. En cualquier caso, he tirado a la basura toda idea que no tuviera ningún valor desde mi punto de vista. Todas las que he incluido –gracias a Javier, claro– tienen algo, aunque sólo sea un pase, un detalle de manejo, una pequeña idea que pueda servir para que, con el tiempo, otro mago –o yo mismo– la reutilice y construya algo de mayor calidad.
Lo digo mirando a los ojos del verdadero apasionado de la magia con monedas, de quien lucha, como yo, por desarrollar esta rama del ilusionismo, de quien sabe que para conseguirlo hay que dar palos de ciego, hay que crear y cagarla, acertar y fallar, experimentar, recibir muchas miradas de desaprobación de nuestro público.
Para terminar, me gustaría advertirte que el libro que tienes entre las manos no es para principiantes (ya hay otros magníficos para el que empieza). Esta es mi magia con monedas. En general, la numismagia no es fácil, y yo no he querido edulcorarla. He preferido ensayar el tiempo necesario, y nunca lo he vivido como una obligación. No digo que el material que vas a leer sea de una dificultad extrema. Simplemente planteo que la magia con monedas necesita de una disciplina más férrea que la de las cartas. Y es importante integrar este esfuerzo en el día a día, para vivir una relación sana con estos círculos metálicos.
Es para mí un placer dejarte con mis noches de desvelo, con mi lucha por encontrar el tesoro dentro del tapete, con lo que imaginé que podría ser mi magia.

Miguel Ángel Gea.
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